RESEÑA 'SEGUNDO ROUND'

Hacer reír es un arte que muy pocos pueden manejar con maestría y agudeza tal como lo logra el director Leandro Fernández en Segundo Round Los considerados “estereotipos” que utiliza en escena antes que ofender a las partes implicadas –hombre y mujeres--invitan a una reflexión de lo que son las relaciones de pareja que muchas veces caen en el abismo de la incomunicación.

Hacer pensar a carcajadas es lo que todo comediante anhela dejar por sentado y lo que esta obra y sus actores transmiten con creatividad y destreza, sin lugar a dudas. La actuación de Leandro logra un balance entre la sutileza de un gesto y la fortaleza de un movimiento. Marisol ejerce su teatralidad con excelencia. Y despliega su capacidad de emitir onomatopeyas inimaginables en el segmento del ronquido.

Los diálogos están excelentemente construidos. Con un profundo análisis de lo que la gente quiere decir, pero no se atreve. No cae en los facilismos de la vulgaridad tan corriente en la comedia que se monta en Miami. Utilizando los mejores recursos del lenguaje común toca fibras sensibles de situaciones en que tanto el hombre de la calle, como el que tiene una mayor formación intelectual, se pueden identificar.

La puesta del stand up comedy encaja perfectamente con los sketches que conforman el cuerpo de la obra. Los recursos del teatro tradicional se conjugan muy ágilmente con elementos contemporáneos para alcanzar un cuestionamiento, a punta de carcajadas, de la difícil tarea de encontrar un punto de intersección en las relaciones entre el hombre y la mujer.

Claudia Rosenow
Miami Beach, septiembre 2 de 2009